martes, 26 de octubre de 2010

UTILIDAD DE LAS MATEMÁTICAS PARA ADMISTRACIÓN, FINANZAS Y ECONOMÍA
Por Andrés Felipe Parra
Es usual que los estudiantes universitarios de las ramas de administración y economía pregunten al docente de matemáticas, para qué nos enseñan esas cosas que nunca utilizaremos y no tienen nada que ver con nosotros. Es una pregunta que invita a la reflexión desde nuestro quehacer educativo de tal forma que se contextualice, en la medida de las posibilidades, las temáticas que hacen parte del programa de Administración y Economía en su ciclo básico.
La enseñanza de la matemática de una forma mecánica y descontextualizada crea cierta apatía y hasta miedo en los estudiantes en los primeros semestres de la carrera, en parte porque ya traen esa disposición desde la educación básica al tener la creencia de que la matemática es un asunto de genios o personas dotadas de un don especial. Si bien muchos temas en la matemática son sólo herramientas que serán utilizadas en semestres posteriores como investigación de operaciones, programación lineal, etc; es aconsejable que se relacione la materia con problemas sencillos de administración y economía como oferta y demanda, costos e ingresos marginales, función de producción, depreciación lineal, optimización y otros temas que requieren el uso de modelos matemáticos para comparar efectos de una variable sobre otra. Lo anterior servirá de motivación para que el estudiante se familiarice con un vocabulario propio de la administración y Economía y para tener en cuenta variables y gráficas que le permitirá interpretar situaciones, tendencias y pronósticos.
El estudiante debería tener en claro que una cultura matemática es útil en tiempos donde casi todo es información cuantificada que requiere un mínimo de conocimiento de la matemática y su contenido, aspecto éste muy difícil de encontrar actualmente, pues el docente contrariamente de enseñar a valorar este conocimiento, mediante una motivación al estudio de la matemática, se ha dedicado a crear en el estudiante un temor innecesario hacia la materia, dado que se la presenta como algo irreal, sin antecedentes y además sin aplicación y utilización en la vida, excepto de las operaciones matemáticas básicas; por lo que el individuo considera innecesario profundizar en el conocimiento matemático.
El individuo desde muy temprana edad se relaciona con muchos aspectos de la
sociedad, pero uno de los más comunes e importantes es con el aspecto económico, pues no existe la persona que no tome en cuenta el factor monetario en su vida cotidiana, desde la simple compra de bienes hasta el manejo económico más complejo. Dado que la Economía trata de conceptos que son de naturaleza esencialmente cuantitativa, por ejemplo: precio, costo, escalas de salarios, inversiones, ingresos y utilidades, gran parte del análisis económico es ineludiblemente matemático. Las matemáticas proporcionan una estructura sistemática lógica dentro de la cual pueden estudiarse las relaciones cuantitativas.

Las matemáticas hacen que el economista sea preciso al definir variables pertinentes, al plantear con claridad las hipótesis formuladas, al establecer lógicamente el desarrollo del análisis, y al considerar un número de variables mayor del que sería posible expresar verbalmente. El análisis matemático toma las definiciones y supuestos tal como se dan, y obtiene las conclusiones que se desprenden lógicamente de ellos. Por lo tanto, el análisis matemático es por naturaleza lógico y no empírico, y puede considerarse responsable de las conclusiones sólo en cuanto a su validez lógica, dadas las definiciones y supuestos en que se basan aquellas, y no en cuanto a su exactitud empírica.

La matemática en la economía es una de las partes más útiles e interesantes de la
matemática aplicada, sobre todo en los tiempos actuales, cuando todo mundo aspira a lograr con su dinero, el máximo de beneficios como comprador, y óptimos rendimientos como inversionista. Esto demanda cada vez más un mayor número de profesionales y de personas que sean capaces de efectuar cálculo financieros, para llevar a cabo operaciones económicas con seguridad y propiedad para obtener buenos resultados.

En tanto que el estudio y aplicación de la matemática a las finanzas, se reduce a algo tan simple como disponer y saber utilizar los medios y elementos necesarios para trasladar en el tiempo y de manera simbólica, las cantidades de dinero que intervienen en cualquier operación de carácter financiero. La matemática en las finanzas es una ciencia de aplicación inmediata, en el sentido de que las personas que la estudian encuentran una fácil relación entre los modelos matemáticos en que se basa y el mundo en que tales personas viven. La mayoría de ellas compran autos, una casa u otro tipo de artículo a plazos, solicitan créditos, contratan pólizas de seguro, etc. Asimismo, eluden la depreciación de sus ahorros invirtiendo, en fin son muchas las operaciones económicas que las personas realizan cotidianamente y en gran cantidad de ocasiones sin conciencia de la operación financiera que efectúa.
En la ciencia de la administración la cual también es conocida como investigación de operaciones, los administradores utilizan las matemáticas y las computadoras para tomar decisiones racionales en la resolución de problemas. Aunque estos administradores pueden resolver algunos problemas con su experiencia, en el complejo mundo en que vivimos muchos problemas no pueden ser resueltos basados en experiencia. Es así como el objetivo y finalidad de la “investigación operacional”, una de las ramas de la administración, (conocida también como “teoría de la toma de decisiones”, o ”programación matemática”) es encontrar la solución óptima para un determinado problema (militar, económico, de infraestructura, logístico, etc.).
En matemáticas existen descubrimientos importantes que han sido premio nobel para sus creadores como por ejemplo la teoría de juegos que teóricamente permite encontrar las mejores estrategias y decisiones para que ambas partes de un negocio puedan ganar y muchas más que la mayoría de las veces son ignorados en los programas académicos de éstas carreras.
En conclusión mi reflexión no es el cómo enseñar matemáticas a éstos estudiantes sino más bien como contextualizar ésta ciencia para que ellos encuentren una relación con su entorno y se motiven. Creo que la solución al problema de la enseñanza aprendizaje de la matemática no radica en el modelo pedagógico a utilizar sino más bien en la motivación que resulta de encontrar situaciones de la carrera que requieran el poder de las matemáticas para su feliz término.

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